Croquetas de pollo
¡Cuanto añoramos las croquetas de pollo de nuestras madres! Ya no tienes por qué seguir haciéndolo, con estas sencillas recetas de croquetas de pollo tú también podrás hacerlas en casa. Sólo tienes que seguir los pasos que te indican y estarás comiendo croquetas caseras en un periquete. ¡Nada de croquetas congeladas!
Croquetas de pollo caseras
Las croquetas son el plato estrella en casa de mi madre. Es lo que nos pone de aperitivo los domingos antes de comer, y casi siempre nos inflamos a croquetas y no comemos lo que viene después.
Como las he comido toda la vida, antes de independizarme le pedí a mi madre que me enseñara a hacer su receta de croquetas de pollo (que es la que más me gustaba).
Ahora, es mi elección como aperitivo cuando tengo invitados en casa, o cuando me invitan a una barbacoa. Y si quieres hacer una barbacoa en el jardín, en esta web sobre barbacoas te ayudan a elegir el modelo que mejor te conviene, al mejor precio.
Me encantan, de verdad, sobre todo porque son crujientes por fuera y suaves y delicadas por dentro. Y porque las he hecho con mis propias manos.
Además, me parece algo muy divertido prepararlas, dándoles diferentes formas con las manos y luego empanándolas. Diviértete tu también con esta receta de croquetas caseras.
Ingredientes para unas 16 croquetas:
- 300 gramos de pechuga de pollo, hervida y desmenuzada
- 50 gramos de mantequilla
- 1 cebolla mediana, picada finamente
- 50 gramos de harina de trigo para todo uso
- 500 ml de leche caliente
- 2 huevos batidos
- Pan rallado para empanar
- Aceite para freír
Antes de empezar a hacer la receta hay que tener: la leche caliente (pero sin que llegue a hervir), la cebolla picada muy finamente y la harina tamizada.
Elaboración de las croquetas de pollo caseras:
- Preparamos el pollo. Hervimos el pollo troceado en agua con sal. Una vez que esté completamente cocido, dejamos que enfríe y lo picamos en trocitos muy pequeños con una tijera. Lo dejamos reservado.
- Hacemos la bechamel. Calentamos la mantequilla en una cazuela grande y cuando esté bien caliente añadimos la cebolla picada y dejamos que se poche hasta que esté tierna (unos 5 minutos).
- A continuación, añadimos la harina tamizada y removemos todo para que se integre. Dejamos que cueza todo 1 minuto a fuego medio, y entonces vamos añadiendo la leche poco a poco. Yo recomiendo no añadir de golpe toda la leche, sino en partes, por si llego a la consistencia que quiero y ya no haga falta añadir más leche.
- Cuando tenga una consistencia espesa, bajamos la temperatura, lo sazonamos con sal y pimienta, y le añadimos el pollo troceado. Mezclamos todo bien para que el pollo se reparta por toda la masa.
- La masa tiene que estar fina pero espesa. Vertemos la masa en una fuente, bien extendida, y dejamos que enfríe por completo en el frigorífico durante un par de horas.
- Cuando la masa esté sólida, cogemos pequeñas cantidades con las manos y le vamos dando forma. Normalmente las croquetas tienen forma de cilindro, pero realmente puedes darle la forma que quieras.
- Preparamos el empanado. Ponemos 2 platos, uno con el huevo batido y el otro con pan rallado. Sumergimos las croquetas primero en el huevo batido y después en el pan rallado, hasta que estén completamente cubiertas del empanado.
- En una sartén honda o en la freidora, freímos las croquetas en abundante aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
- Las sacamos a un plato con papel de cocina para que escurran todo el aceite sobrante.